La evolución de la tecnología ha impactado drásticamente la vida cotidiana de la humanidad, dando lugar a una serie de transformaciones en los hábitos de consumo, unas de las más representativas han sido la forma de comunicarse y comprar, como argumentan Padilla & Sepúlveda (2019) los avances tecnológicos han provocado un creciente uso de canales de comunicación digitales y han promovido la prestación de servicios de forma omnicanal y omnipresente. Es decir, en la era de la digitalización se han generado grandes innovaciones que contribuyen al desarrollo empresarial y la atención al usuario desde cualquier lugar del mundo y en cualquier periodo de tiempo.