El reconocimiento del protagonismo de la mujer como sujeto de la historia se convierte en una tarea apremiante para la investigación histórica y social, particularmente develar los mecanismos por los cuales es subjetivada en distintas épocas. Por tanto, rescatar su voz y su forma de pensarse constituye un ejercicio de inclusión social, especialmente en contextos históricos marcados por una tradición patriarcal de poder y subordinación heredada, asociada generalmente al mundo rural. Creemos que Montería se inscribe en este contexto, máxime cuando es una ciudad provincial cuyo dinamismo económico y social es de reciente data.