Los residuos sólidos son el resultado de los sistemas de producción y de las actividades realizadas en diferentes entidades. Un ejemplo de ello, son las instituciones prestadoras de servicios de salud que en su funcionamiento o servicio generan diariamente residuos, de tipo peligrosos y no peligrosos. Éstos se convierten en una pieza del enorme rompecabezas que conforma la contaminación ambiental si se les realiza una inadecuada gestión en cualquiera de sus fases, ya sea desde su generación hasta su disposición final. Sumado a las prácticas indebidas, el desconocimiento, en algunos casos, de las consecuencias que pueden ocasionar dichos actos sobre los recursos naturales, agua, aire, suelo, ecosistemas, el paisaje mismo y la calidad de vida; contribuyen de gran forma con la problemática asociada al manejo de los residuos sólidos. Según el Informe Nacional de Residuos o Desechos Peligrosos en Colombia del año 2017 presentado por el Ministerio de Ambiente y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM); la generación de desechos clínicos resultantes de la atención médica prestada en hospitales, centros médicos y clínicas, ocupa el segundo lugar de los residuos peligrosos más generados con un 9% del total, lo que representa 46.431 toneladas. (IDEAM, 2017)