Las Plantas de Tratamiento de Agua Residual – PTAR realizan la limpieza del agua usada y las aguas residuales para que pueda ser devuelta de forma segura a nuestro medio ambiente. En su forma más simple, una planta de tratamiento de aguas residuales evacua sólidos, reduce la materia orgánica, los contaminantes y restaura la presencia de oxígeno en el agua (Matsumoto & Sánchez, 2016), mediante una serie de diferentes procesos con el objetivo de cumplir los estándares indicativos de buena calidad, de acuerdo con la normativa medioambiental vigente, la Resolución 631 de 2015 “Por el cual se establecen los parámetros y los valores límites máximos permisibles en los vertimientos puntuales a cuerpos de agua superficial y a los sistemas de alcantarillado público y se dictan otras disposiciones”.