Tan antiguo como la referencia que hace el libro del Génesis, capítulo 1, de la tierra como sustrato productor de hierbas, simientes y frutos, es la visión que ha tenido del suelo el hombre, desde su aparición en los albores del Pleistoceno (2Ma.ap)
El hecho es que a medida que ha evolucionado el conocimiento acerca de este recurso natural, la visión del hombre acerca del mismo ha cambiado. Así entonces hasta comienzos del Siglo XX la Ciencia del Suelo estuvo bajo la tutela de Químicos y Geólogos, visionando al suelo como producto de la descomposición de las rocas de la corteza terrestre. Consecuentemente con ello, mientras en 1600 Oliver de Serres, establece al lado de B. Palissy que: “La base de la agricultura es el conocimiento de los terrenos que se desean cultivar”, en 1803, el Padre de la Agronomía, Arthur Thaër, anota la influencia que tienen las aplicaciones de estiércol en el crecimiento de las hortalizas que se cultivan en la Universidad de Göttinghen. En 1837 Sprengel publica en Dresde “Ciencia del Suelo”, el primer texto formal acerca del tema, y en 1843, Gasparin en su “Curso de Agricultura” diferencia los conceptos de suelo activo y suelo inerte.
A mediados del siglo XIX, Boussingault (Francia, 1807 – 1887) es el primer investigador que visiona al suelo dentro de su entorno natural y señala la influencia del clima en la repartición geográfica de los suelos en el mundo. Al poco tiempo, en 1862 Alberto Fallou publica también en Dresde, “Ciencia del Suelo, general y especial”. En 1885, Rissler en Alemania señala en su obra “Geología Agrícola” que los sistemas de cultivo deben diseñarse de acuerdo con el tipo de suelo, en una clara alusión a la alta variabilidad de las propiedades del recurso
Oponiéndose abiertamente a la influencia marcada de Químicos y Geólogos en el estudio del suelo, en 1880 Vassili Vassilievith Docuchaiev (1846-1903), reporta un estudio sobre los Chernozems de Rusia, como base de cobro por el fisco zarista, de impuestos sobre la tierra; en dicho informe emplea principios morfológicos para la clasificación de los suelos. En 1886 el mismo V.V. Docuchaiev propone el término “suelo” para referirse a aquellos horizontes de rocas que han cambiado sus relaciones bajo la influencia conjunta del aire, el agua y varios organismos vivos o muertos”. Posteriormente plantea la definición clásica del suelo como cuerpo natural producto de la acción de los cinco factores de formación que hoy conocemos. En todos sus trabajos hizo especial énfasis en la influencia del clima en el desarrollo de los suelos, misma que finalmente cristalizó enunciando su célebre “Ley de la zonalidad de suelos”. En el año de 1900, con el marco de la “Exposición Universal de París”, V.V. Docuchaiev y sus colaboradores presentan a la consideración del mundo científico “La Carta de Suelos de la Rusia Europea”, en escala 1:2.5 millones.
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La “Ley de la zonalidad de suelos” fue ampliamente difundida por los colaboradores y discípulos de Docuchaiev, entre quienes cabe mencionar a Nikolai Miklailovitch Sibirtzev, nombrado en 1894 como profesor de la primera Cátedra de Edafología creada en el mundo, formulador de los conceptos de zonalidad, azonalidad e intrazonalidad, son sus compañeros en ésta visión de zonalidad investigadores tan destacados como Wolny, Glinka, Jarilov, Vernadsky, Agafonoff y otros que no tardaron en imponer sus criterios a todos los edafólogos contemporáneos como: von Richtoffen, Stremme y Ramann en Alemania; Treitz en Hungría; Novak, Svorykine y Snolik en Checoslovaquia; Murgoci en Rumania; en Inglaterra a E.J.Rusell, A.D. Hall y J.E. Marr; en los Países Bajos a J. Bayens, R. Meurice, A.J. Ossting y C.H. Edelman, y finalmente en Norteamérica a científicos del renombre de W. Hilgard, M. Withney, C.F. Marbut, Ch. E. Kellog y F. Bear.
Los discípulos de Docuchaiev en 1899 crean en Rusia la revista “Potchvoviedenia” (Ciencia del Suelo) primera publicación periódica sobre el tema.
En1908 Herny publica en Francia su obra “ Suelos Forestales”, y en su contexto plantea el concepto de PEDOLOGÍA como equivalente a Ciencia del Suelo, pero aún así hasta esas fechas el estudio del suelo era considerado como parte de la Geología.
También en 1908 tiene lugar la Primera Conferencia Internacional “Agrogeológica” de Budapest, en su marco se hace la presentación de la “Primera carta esquemática de los suelos del mundo”, dirigida por Glinka. Dicha carta de suelos es revisada y corregida en 1929 por Agafonoff.
En 1910 se efectúa la Segunda Conferencia Internacional Agrogeológica en Estocolmo y durante 1911, en Rusia, la revista “Potchvoviedenia” se transforma en revista internacional multilingüe.
Entre 1910 y 1920, las condiciones políticas de Rusia hacen decrecer su ritmo de avance científico, lo cual conduce a que Estados Unidos tome la delantera en la Ciencia de Suelo. No obstante, no es sino después de superada la Primera Guerra Mundial, 1914-1918, cuando los métodos de estudio edafológico propuestos por los rusos comienzan a aplicarse en diferentes países, hasta el punto de que en 1927 en Estados Unidos de Norteamérica se registra la creación de la Sociedad Internacional de la Ciencia del suelo, (ISSS), con sede en Washington, USA.
Precisamente son los investigadores norteamericanos Balldwin, Kellog y Thorp quienes fundamentados en la “Ley de la zonalidad de suelos” presentan a la comunidad científica en 1938 el “Sistema de Clasificación de Suelos”; dicho sistema subsiste hasta 1960, cuando, inspirada en los señalamientos de raíces griegas y latinas relacionadas con los procesos que se dan en el suelo, los cuales fueron formulados por Horace Jones,
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profesor de Lingüística de la Universidad de Cornell, USA, aparece también en Norteamérica “The Seventh Aproximation” la cual es precursora del “ Soil Taxonomy USDA”, de amplia aplicación actualmente en el mundo a excepción de Francia y parcialmente México.
Mención especial merece aquí Charles E Kellog, ya referido en los dos párrafos anteriores, como impulsor de obras tan vitales como el “Soil Survey Manual” con ediciones en 1937, 1951 y 1993.