Con el fin de controlar la evasión fiscal y mejorar la gestión tributaria, los gobiernos
han implementado la facturación electrónica como una medida justa y necesaria.
Para cumplir con dicho propósito, la información debe ser certera y lo facturado
corresponder exactamente a lo que se va a pagar. En los países Latinoamericanos,
sobre todo Colombia, este fenómeno de evasión es muy crítico lo que afecta un
mayor recaudo. La implementación y utilización de la factura electrónica implica un
incremento de la eficiencia, ahorro de costes y mayor rapidez en los pagos. La
facturación electrónica en salud representa una transformación en los procesos
internos de las compañías, agilizando y optimizando su gestión documental.
Además, permite supervisar y verificar que los procesos administrativos sean
fiscalmente coherentes con los servicios que las empresas de salud prestan de
acuerdo a las normativas del país. Con esta monografía se busca caracterizar el
estado actual de la facturación electrónica en Colombia y Latinoamérica; así como,
validar los aspectos que la afectan en el sector salud desde el paradigma
interpretativo, la observación y el método analítico. La ejecución de un sistema de
facturación electrónica en el área de la salud de carácter generalizado supone
ventajas importantes para los contribuyentes, tanto en la disminución del costo de
cumplimiento, como en la posibilidad de mejorar su eficiencia gracias a la reducción
de costos operativos y a las posibilidades de automatización. La disminución de los
costos para los contribuyentes que son grandes emisores de facturas viene dada
por aspectos como ahorro de papel, espacio físico de almacenamiento de
documentos por el tiempo requerido por la norma; y en el ahorro relacionado con el
envío físico de documentos a los clientes. Basado en una búsqueda bibliográfica
sobre la evasión fiscal en América Latina y la implementación del modelo de
facturación electrónica en salud, se elabora una descripción de los aspectos
relevantes para la implementación del modelo de facturación electrónica en salud;
lo que ayudó a concluir cómo la implementación del modelo de facturación
electrónica en Colombia es un hecho, a pesar de que la normativa del Ministerio de
Salud y Protección Social (Minsalud) y la Dirección de Impuestos y Aduanas
Nacionales (DIAN) aún no están armonizadas. Por eso es importante definir en
conjunto un modelo de facturación electrónica que realmente les permita alcanzar
sus objetivos de control de la evasión. Con la factura electrónica, el prestador de
servicios de salud puede identificar errores y mitigar contratiempos, haciendo su
proceso más ligero, seguro y eficaz; por ello es necesario identificar el alcance del
proceso de facturación electrónica a las empresas del sector salud. Siendo así, se
realizó una búsqueda bibliográfica de modelos de facturación electrónica en salud
que ayudaron a definir el modelo de Colombia, pese a la falta de unificación de
normativas del Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud) y la Dirección de
Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). De esta manera, la presente monografía
dará respuesta a la pregunta, ¿cuál ha sido el alcance de la implementación de la
factura electrónica en algunos países de Latinoamérica? Por otro lado, en América
Latina, existen implementaciones nacionales exitosas de sistemas de facturación
electrónica en países como Argentina, Chile, México, Perú, Ecuador, Brasil y
Uruguay. No obstante, cada administración tributaria implementó de forma distinta
(con características, procedimientos y reglas diferentes) su facturación electrónica,
adecuándola a las particularidades de su país. De allí que uno de los asuntos más
delicados en el sector de salud, sea precisamente la complejidad del sistema de
facturación para el cobro de servicios y tecnologías, donde los actores tiene leyes y
decretos adicionales propios, las Entidades Promotoras de Salud (EPS), y las
Prestadoras de Servicios de Salud (IPS ), tienen protocolos internos y el auditor
medico también tiene su propia perspectiva, resultando un proceso arduo, generar
un sistema de facturación electrónica que unifique los requisitos de cada parte que
lo conforma. Por lo tanto, es preciso aclarar que no existen estudios en la literatura
que describan de manera especifica cómo es el impacto de la facturación
electrónica en el sector salud de los países de América Latina y debido a las
diferencias existentes entre los países estructurales relacionados con su sistema
tributario, no es posible hacer una comparación de los efectos de la facturación
electrónica entre diversos países, sino más bien a nivel de entidades del mismo
país. Sin embargo, el punto en común, radica en el ahorro de un 80% de gastos en
la emisión y gestión de facturas. Según el tipo de atención, se pueden efectuar más
o menos facturas y soportes de atención. Entonces, la única forma para que el
sector salud tenga el mismo impacto en la reducción de costos como en otros
sectores en la implementación del modelo de facturación electrónica, sería
gestionar los soportes de atención al interior de las instituciones de salud y enviarlos
a las empresas responsables del pago electrónico, es decir, las instituciones
deberán contar con historia clínica electrónica, normalizada por la Ley 1438 (2011)
y derogada por la Ley Estatutaria de Salud 1751(2015). En otras palabras, no
existen incentivos legales para que los hospitales implanten la historia clínica
electrónica, por lo cual, los ahorros esperados por el modelo de facturación
electrónica serían escasos. De igual forma, poner en marcha la factura electrónica
beneficiará a los principales actores involucrados, cliente-proveedor, pues tendrán
una sensible reducción en el consumo de papel reduciendo el impacto ambiental,
también disminuirá los costos de adquisición y mantenimiento de equipos de
impresión, tintas y redes de comunicación para lograr la elaboración de estos
documentos.